El presente no es un manual de ética para eruditos. Simplemente es un texto donde los jóvenes oficiales de policía, alumnos de los institutos de formación y todo aquel que trabaja o se interesa en la seguridad ciudadana pueden recurrir para buscar el deber ser de un profesional de la seguridad.
Un escrito sobre esta materia no debe ser solo teoría sino que, como pregona Aristóteles en cuanto a los tratados de ética, debe ser llevado a la práctica. El conocimiento profundo de la ética es necesario, y además debe ser utilizado en bien de la comunidad. Estar preparados para discernir qué hacer o no hacer en el momento y modo correctos es nuestro deber.