Admiración, sorpresa, asombro… son quizás algunas de las sensaciones que experimentaremos al recorrer las páginas de esta obra. Su autor, especialista en ciencias de la administración, nos muestra una faceta nueva y distinta, alejándose de la dinámica de su especialidad para incursionar en la magia propia de la poesía.

Cálidos recuerdos, dulces experiencias, amargas lecciones, vívidos anhelos, serán algunos de los elementos que posarán para que, como ágil pincel, la pluma del poeta pueda plasmar una imagen plena de fuerza y color.

Es de esta manera que la poesía se presenta como un verdadero cuadro cuyos pigmentos son, entre otros, el lenguaje simple, la lectura atenta de la realidad y el vasto tesoro de haber transitado escenarios mendocinos.

Se trata indudablemente de una síntesis que irrumpirá en nuestros recuerdos recuperando y trayendo a la vida aquellos instantes que son dignos constructores del futuro.