DERIG: Área de Niñez y Adolescencia: "10 de Octubre, Día Mundial de la Salud Mental”
Tener y/o sentir Salud Mental no es un trabajo puramente individual ya que se está atravesado/a por una cultura que sostiene. Es en ella en donde los sujetos entablan lazos con otros significativos, trabajan, aman y se desenvuelven con creatividad. Pero es esa misma cultura la que muchas veces sostiene prácticas discriminatorias y estándares hegemónicos que generan malestar y enajenación.
La cultura es cada sujeto que la compone y las prácticas que en ella hace. Los vínculos sociales y las relaciones interpersonales son base central de la Salud Mental. Es responsabilidad colectiva y estatal el alcance de hacer conocer y cumplir los derechos humanos. De aquí la importancia del Programa Nacional de Educación Sexual Integral que lleva como propósito garantizar el derecho a que los/as estudiantes reciban educación sexual integral en sus escuelas (Ley 26.150).
Hoy surge la pregunta por los vínculos y las maneras que en ellos se sostienen. Algunos de los derechos con los que se cuenta y que es muy importante recordarlos siempre, son:
- Derecho a conocer y cuidar el propio cuerpo. (Ley 26.150).
- Derecho a la vida privada e intimidad familiar (Ley 26.061).
- Derecho a la atención de la Salud Sexual y Reproductiva (Ley 26.150).
- Derecho a la integridad física, sexual, psíquica y moral (Ley 26.061).
- Derecho a ser respetado en su dignidad, reputación y propia imagen (Ley 26.061).
La Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres Nº 26.485 dice: “Se entiende por violencia contra las mujeres toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal”.
Conocer y releer los derechos que amparan a cada sujeto, ayuda a promocionar y resguardar la salud mental.
En los vínculos, hay muchas acciones que atentan los derechos humanos y afectan gravemente a la salud. Por ejemplo:
- Revisar el celular ajeno sin consentimiento.
- Controlar la forma de vestir de la pareja.
- Humillar. Agredir físicamente.
- Alejar a la pareja de sus vínculos significativos.
- Obligar a hacer cosas que el otro no quiere.
El Programa Ser vos, de Fundación CETAI, invita a repensar las acciones y modos de vincularnos que se sostienen con los otros en la cotidianeidad.
A su vez, tiende un puente de escucha a cualquier persona que se reconoce con algún derecho vulnerado.
Nadie está solo. La salud mental es compromiso de todos/as.
Articulo realizado por equipo de profesionales del Progrema Ser Vos, de la Fundación CETAI.